Re: Forgive... me? -Priv-

por **Ban Dunstar** Jue Ago 16, 2012 5:24 pm

En la vida las cosas no eran realmente simples como para decir que solo una persona tuviera la verdad de las cosas. Por lo general la verdad se dividía en distintas partes cada quien poseía uno de esos fragmentos. Si los llegabas a unir podrías ver con claridad, pero conseguir algo así no era tarea sencilla. Demasiado esfuerzo y mucha paciencia. Una fuente de tal sabiduría no es algo con lo que las personas pudieran contar siempre. Para peor es algo con lo que se suele carecer en los momentos más importantes.

El rubio asintió a las palabras de aquel chico. Eso también era cierto, en parte había que tolerar los imprevistos y aquellas cosas que salieran del control propio. Adaptarse era la palabra clave en esos momentos extraños. Así que estaba ese trozo de razon que le confería al castaño aunque no quisiera estar completamente de acuerdo con él, a pesar de que sabía cosas de la vida que tampoco le daban demasiada libertad de acción. De todas maneras eso que escuchaba le ayudaba para conocer un poco más a aquel chico, tratar de ver un poco como era que él había estado viendo la vida… y lo que más le llamó la atención fue el detalle de una frase, algo que se notaba desesperanzador, pero tal vez y solo tal vez podría significar una oportunidad.

- Sé que nos conocemos poco, pero… - le sonrió de cierta manera amigable con ese toque que parecía la marca profesional de la confiabilidad, tranquilizante, esperando que eso surtiera efecto en aquel muchacho de atractivos rasgos – dijiste que te habías resignado a no dedicarte a lo que te hubiera gustado… quizás alguna vez podrías contarme cual era ese sueño que no se ha podido cumplir hasta ahora – se había arriesgado sugiriendo dos cosas… la primera que aquello que había dejado de lado había sido algo realmente importante y segundo… que era posible que pudiera hacerlo en el futuro.

Era una lastima que alguien como él tuviera que haber dejado algo de lado por una obligación que no era precisamente agradable. Algo bastante triste, una vida dedicada a cazar criaturas, ya parecía que carecía de alguna ilusión que motivara para el futuro. Solamente estaba esa especie de misión que tenía entre manos. Era triste, pero lo entendía al permanecer en su propia situación sin salida, tal vez era por eso que se sentía un poco más cercano a aquel chico y deseaba ver que pudiera tener un camino diferente. De todas maneras sabía que debía estar expectante, pero le parecía agradable que sus palabras de guía parecían llegar a buen puerto. Eso le agradó más que tener una chaqueta nueva.

- Sí, parece que tienes una buena percepción para medir cuerpos ajenos – comento con tranquilidad y una breve sonrisa. En ese momento se sentía muy en calma a pesar del lugar y lo de los últimos días. Tenía esa sensación de que algo podía cambiar, una sensación esperanzadora y deseaba que eso fuera al menos cierto en caso del castaño y no solo una ilusión. Así que del modo en que iba la conversación le hacía sentir que no se estaba equivocando, deseaba tanto que fuera así… aunque no deseara admitir completamente cuales eran sus otros motivos para que fuera así. De modo que al oír esa ultima afirmación estiró su mano y acarició ese rostro algo sonrojado con sus nudillos. No había podido evitarlo y no le importaba realmente – pues quizás te debería pasar mi número de celular para que me puedas contactar en una situación imprevista.

Ya eso era una escusa un poco elaborada, pero no era falsa… completamente. Se quedó un segundo así antes de retirar su mano. Esperaba no estar poniéndose demasiado insistente y menos aún complicar las cosas… era solo que se estaba dejando llevar demasiado en esos momentos.

por **Jud Belmont** Vie Ago 17, 2012 12:41 am

Pronto luego de su desmedida y larga explicación aquél apuesto rubio volvió a llamar su atención y a entretenerlo bastante y es que el cazador no podía dejar pasar por alto esos detalles, la sonrisa tan amigable, inclusive el tono de voz, casi comenzaba a preguntarse si se trataba de la misma persona con la que se había encontrado en el bosque el día que el Lobo lo atacó yendo a cobrar una deuda… era como ver la otra cara de la moneda y no refiriéndose a aquella cualidad especial que tenía el rubio de ser un ser sobrenatural lo cual lo hacía más especial que cualquier otra persona en la ciudad, sino porque ese día no se hubiera imaginado que alguien con un carácter tan repentinamente frio y osco pudiera sonar ahora tan cálido y amigable.

Le devolvió la sonrisa siendo para él algo imposible de resistir y pensó un poco sus palabras.- Bueno… a mi siempre me gustó mucho el arte… amo la música, me gusta bailar y me gusta mucho dibujar a modo de que pueda expresar lo que quiero… pero eso no sirve de nada cuando lo único que esperan de ti es que arranques más cabezas que los demás….- Desvió la mirada localizándola en algún punto perdido en el infinito entre las ramas de los árboles imaginando lo que le hubiera gustado.- No se… soy ágil… soy fuerte… y si pudiera regresar en el tiempo y tener la posibilidad de escoger, sin duda estudaría danza en vez de lucha… pintura en vez de manejo de armas… siempre me gustó pensar que me vería alguna vez sobre un escenario… y el único en el que estuve era para cazar vampiros en un teatro abandonado.

Regresó la mirada al rubio manteniendo la calma, él había pedido alguna vez y Jud realmente no sentía peligro en contárselo, si bien lo acababa de conocer no creía que fuera a burlarse como su padre más de alguna vez lo hizo y castigó por ello ya que la danza era solo para las niñas y alguien de ultraderecha católica como él no podía ni siquiera tener ese tipo de pensamientos tan raros… si supiera el pobre hombre todo lo que había llegado a pasar por la mente de su hijo seguramente lo hubiera quemado junto con la bruja de aquélla última misión con los inquisidores.

Por un momento dejó pasar el comentario sobre su percepción, no estaba seguro si era en doble sentido o solo él lo había malinterpretado así, por lo cual era mejor dejarlo de lado y funcionó, no se enrojeció más por esa frase, sino por lo consiguiente cuando el rubio pasó sus nudillos por sus mejillas que acabaron por arder un poco más al contacto de él.- Si quieres… está bien, pero no soy de los que suelen pedir ayuda….- Desvió la mirada ligeramente a otro lado esperando que el sonrojo pasara y fue que recordó algo importante al menos para ese punto.- Ahm… pero no tengo móvil… es decir, cuando me accidenté se supone que se descompuso… y conseguí uno cuando llegué a Canada pero era robado… o sea, yo no lo robé a quien lo compré lo había robado, así que lo bloquearon… .- Se rascó ligeramente la nuca y sacó una libreta de su morral y un lápiz, anotando en una hoja la dirección de la casa de huéspedes el número de teléfono y la extensión a su habitación.- Ten, es más fácil si lo anotas tu… estoy viviendo ahí por ahora.. después de lo de esa noche tengo permiso a quedarme casi 5 meses… así que es probable que me quede ahí hasta que tenga que pagar otro mes o donde quedarme.- Le tendió la hoja preguntándose si no se había visto muy precipitado, no era muy bueno haciendo amigos ya que siempre estuvo rodeado de “compañeros” de caza… así que era común simplemente hablarles y listo, ahora… era diferente y tenía que aprender a vivir fuera de esas viejas costumbres con la inquisición.

por **Ban Dunstar** Vie Ago 17, 2012 9:38 pm

Hay momentos en que las personas se enfrentan a sorpresas agradables. A veces cuando nos damos cuenta que en alguna parte esa esperanza que teníamos era acertada, aunque fuera en parte, dejaba una sensación placentera, alegre que dejaba el corazón con un gusto dulce que animaba a continuar. Una especie de incentivo para avanzar por un camino que se ha empezado a trazar. Eso no era precisamente una nimiedad, sobretodo en lo que pensaba aquel rubio que sonreía de manera sincera y afable al castaño.

Podía notar esas pequeñas irónicas y el gusto que en realidad parecía tener Jude por las artes. Era algo bastante agradable, pero siguió escuchándolo con tranquilidad, asintiendo cuando correspondía. Había visto con sus propios ojos lo intrépido y buen luchador que era, podía comprender que dentro de ese círculo debía ser aprobado por ello, peo mientras lo miraba al oír esas palabras notaba esa añoranza que había debajo de cada frase. Era obvio que sentía que eso le había sido arrebatado por un cruel destino que lo había dejado inserto en un mundo despiadado a pesar de que él no era así. Al menos eso deseaba creer Ban, le parecía que iba descubriendo esos detalles en el muchacho y… le gustaba lo que iba viendo.

- Te ha tocado cosas muy difíciles… pero esa idea… quizás no sea tarde aún… - comentó con una sonrisa, tratando de infundirle ánimos sin saber si funcionaría, pero al menos había visto que en esos momentos sus sonrisas eran contestadas lo que lo dejaba bastante conforme. – Aunque comprendo bien lo que es dejar un sueño de lado… - comenzó, no había sido su intención contarle aquello, pero a su propio estilo era el modo en que le agradecía el hecho de que hubiera tenido la confianza para contarle ese trozo de su vida – si las cosas hubieran sido diferente yo me hubiera dedicado a jugar hockey de manera profesional, – se encogió de hombros en un gesto despreocupado, no era algo que fuera contando por ahí aunque era alguien… sociable por decir de algún modo - pero no hubiera sido algo justo para otros jugadores… de manera especial tengo mayores ventajas – señaló dejando a ver una vez más sus férreos conceptos éticos.

Le gustaba como se iba desarrollando todo, pero era mejor no aprovecharse demasiado de su suerte. Había visto por un segundo como ese sonrojo se había intensificado. Eso no podía dejar de parecerle… algo lindo en alguien como ese castaño. Era como si le diera cierta cualidad de timidez, lo que era inesperado, pero muy agradable. Lo que le contesto era algo que se podría haber esperado, pero iba a tener que seguir insistiendo respecto a ello. Solo lo dejo sorprendido toda esa historia del teléfono móvil. Podría sonar algo sospechosa, pero desde hacía algunos minutos estaba bastante tentado en confiar en la palabra del castaño, así que asintió en tanto veía como sacaba una libreta de su morral, no había alcanzado a decir su idea cuando tuvo no solo un número donde llamarlo, sino que también una dirección. Conocía el lugar, pero no dejaba ser algo que le alegraba un poco más, a pesar de que la mención de esa lamentable noche seguía siendo una espina clavada entre sus dedos.

- Comprendo, aunque de todos modos si necesitas tener uno puedes comprar un teléfono prepago en las tiendas de la zona comercial – le señaló después de todo conocía bastante bien la ciudad – pero de todas maneras cuidare de no perderlo – agregó guardando la hoja de papel en su bolsillo. Por un instante estuvo tentado a decir algo más, invitarlo a cenar esa noche, pero como iban las cosas quizás era apresurarse demasiado, hasta que recordó algo – muy… a parte… ¿cómo esta tu hija? – preguntó al recordar parte de esa conversación en el bosque la otra noche. De algún modo la idea de una pequeña niña emparentada por sangre con el castaño le hizo sentir una especie de peso. Uno que le decía que era mejor calmarse un poco y no malinterpretar las cosas. No sabía que en realidad el otro se había referido a una mascota y no se lo imaginaba.

por **Jud Belmont** Sáb Ago 18, 2012 7:05 pm

No entendía cómo es que ahora le resultaba tan fácil expresarse lejos de toda esa represión religiosa de la que había sido víctima toda su vida, era algo genial poder hablar sin ser mal visto y expresar siempre sus ideas sin esperar golpes en la espalda por decir herejías o contradecir las sagradas escrituras o la voz de ese profeta de pacotilla… Tenía tanto tiempo buscando un par de oídos que pudieran entenderlo… y no es que Suja no funcionara, de hecho parecía que aquella pequeña entendía todo lo que el rubio le parloteaba, pero no era lo mismo que poder platicar con otro chico, otra persona que de alguna forma al igual que él era “diferente” a lo que todo el mundo capitalizado estaba acostumbrado a ver.

No siempre había sido tan abierto pues habían aprendido a adiestrarlo de modo que pronto todo quedaba siempre en su mente y no salía de ahí, pero ahora comenzaba a conocer el mundo y especialmente a él mismo a poder aceptarse sin que el hecho de ser descubierto implicara una excomulgación o peor aún, una tortuosa y dolorosa muerte como la que muchas veces dedicaban a dar a las criaturas ajenas a lo que los católicos y el mal domesticado mundo decían “normalidad”.- Oh… vaya, lamento oir eso, no es algo que me gustaría desearle a nadie… pero, por otro lado creo que te equivocas, ya estoy algo viejo para entrar a clases y eso… no se, siento que ya no tengo el perfil necesario para tomar un papel o algo… simplemente es algo que… se desvaneció cuando el olor a pólvora llegó.

Se quedó mirando a ese rubio convencido cada vez más de que los verdaderos monstruos eran las personas como él… usando el nombre de Dios para juzgar a las demás criaturas de la tierra y peor aún, decidir su destino acortando sus vidas… sin duda esa fuerte estaca en su pecho ardía solo de pensar en eso, algo que de momento lo desanimó frente al rubio casi sentía ganas de volver a pedir disculpas… como si él, esa sonrisa y ese porte tan amable pudiera representar a cada ser mal juzgado y asesinado en lo que el castaño y su familia tuvieran que ver… pero desgraciadamente era algo que quizá tuviera que cargar por el resto de su vida.

Hmmm… quizá luego, la verdad es que no puedo permitirme un gasto así… .- No quizo dar más explicaciones pero era verdad, primero tenía que comer y conseguir donde quedarse antes de tener un móvil… así que se sentía más tranquilo sabiendo que Ban tendría el número del lugar, era una buena persona y un oficial… así que no corría ningún peligro o eso pensaba, solo que la última pregunta lo sacó de sus razonamientos y le miró primero con algo de sorpresa no se acordaba de habérsela mencionado al rubio pero siendo que lo sabía era posible que el momento de adrenalina que sufrió ese día hubiera pasado ese pequeño detalle por alto.- Hmm… Suja, está bien… últimamente pide más atención, supongo que por mi estado y porque no he podido atenderla como antes… pero aún es pequeña para entenderlo. Gracias por preguntar….- Quizá había evitado el hecho de que era una gata pero en verdad que sentía algo despectivo tratarla como tal siendo que era su única compañía.

por **Ban Dunstar** Dom Ago 19, 2012 5:22 pm

A veces llegar a cierta comprensión de otras personas no parecía tan difícil, no cuando había algo que hiciera similar a dos individuos. Cuando se compartía un acontecimiento a pesar de ser vivido de manera diferente es ineludible la idea de que haya un entendimiento, no solo en la idea racional de conceptos, sino algo más profundo, un entendimiento desde el alma. De modo que las personas se pueden ir uniendo.

Las palabras de aquel muchacho castaño le dejaban un gusto agridulce en la boca, podía entender lo que decía. Había razones o motivos por los que los sueños una vez se dejaban pasar no se podían cumplir. Era verdaderamente triste, pero era parte de la vida. Habían cosas que no se podían recuperar. Como haber dejado un sueño o una persona que se amo y se perdió, la muerte y tantas otras perdidas que no se podrían recuperar. No había optimismo que pudiera ir contra ello. Deseaba decir algo más, pero era complejo poder expresar algo con palabras, solo contaba con su experiencia para tratar de animarle, después de todo le parecía que cierta sombra de pesar se trataba de apoderar de los ojos de aquel muchacho.

- Quizás sea bueno ver como reenfocar las cosas – comentó antes de encogerse ligeramente de hombros – por la general las cosas parecen tener una sola cara, pero a veces todo es… un continuo, de algo malo se puede saca las fuerzas para crear algo bueno… - se rió ligeramente sentía que no estaba explicándose como deseaba y todo sonaba demasiado enredado en sus oídos – lo que quiero decir es que con algo de creatividad podrías encontrar un modo de usar tus habilidades de un modo más cercano a lo que eran tus verdaderos deseos. – si eso sonaba mucho mejor. Solo trataba de dar un pequeño empujón para que ese muchacho – No es bueno solo darse por vencido, aunque hay batallas que no se pueden ganar… pero quizás si se puede conseguir un empate – dijo casi misterioso de modo amable, al fin y al cabo era lo que estaba tratando de hacer con las cosas que a él mismo le sucedían.

No preguntó más respecto a lo de los gastos, porque era algo que no le incumbía… aquel tema pasaba a ultimo plan cuando se hablaba de la hija de aquel muchacho. Solo en esos momentos se preguntaba cuantos años tendría… Jude no parecía mayor que él y ser padre tan joven, aunque no era demasiado extraño, era una gran responsabilidad. Sobre todo si tenía en cuenta que el castaño estaba tratando de pasar desapercibido de los inquisidores. Quizás esa niña fuera parte de los motivos del cazador para alejarse de esa orden de fanáticos religiosos. Por eso lo respetaba aún más.

- En ese caso papá se debería cuidar incluso más para no preocupar a su pequeña – le señaló con una pequeña sonrisa, eso mismo le dejaba una sensación curiosa, demasiada compleja como para pensar en esos momentos. El tema era profundo y las cosas que le hacía recordar eran demasiadas como para ponerse a reflexionar en esos instantes – en ese caso creo que no te entretengo más, seguro tienes cosas que hacer – empezó a concluir ese encuentro – aunque quizás si quieres los podría invitar a almorzar uno de estos días – modificaba la idea de la visita al lago por algo más familiar para incluir a una tercera persona. No tenía idea de a donde iría a parar todo eso, porque no sabía que era lo que había despertado.

por **Jud Belmont** Dom Ago 19, 2012 10:36 pm

La conversación llegó a un punto en el que el nervioso parecía el chico rubio, pues lo que estaba diciendo realmente no sonaba nada coherente y hasta él había acabado riendo acompañado por un ligero reir por parte del castaño quien definitivamente no había terminado captar el mensaje oculto en ese trabalenguas cuando el verdadero significado volvió a resonar en la voz del rubio con ese tono afable, se preguntaba de alguna forma cómo habían llegado a eso sin embargo era algo que lo aliviaba le hacía sentir menos… despreciado por la sociedad siendo que aquél oficial definitivamente representaba a una sociedad “mágica” y a la vez “normal” una dualidad agradable en él y ya habiendo obtenido su perdón sin duda se sentía mucho más tranquilo a pesar de todas las metidas de pata que había tenido en el día.

Ah.. vaya, pues no se de que sirva matar y manejar armas en el arte o en la danza… creo que solo un enfermo realmente apreciaría eso como un arte….- Sonrió ligeramente resignado mirándole.- Aún así muchas gracias… me levanta un poco el ánimo eso… pero igual debo ser un poco más realista….- Era algo bastante difícil para el castaño pero el sentimiento sin duda pasaría tranquilamente confiaba en que las cosas pasaban por algo y que de alguna forma lograría ser feliz y dedicarse a algo que le gusta y si lo que aquella bruja había dicho era cierto tenía cosas que hacer en esa isla y ese algo iba a hacerlo felíz… así que mientras tanto no se daría por vencido.

Las palabras del oficial eran alentadoras mucho, de hecho de nuevo tenía esas ganas de explorar la ciudad y volver a ejercitarse, así estaría preparado para alguna otra “sorpresa” que le deparara aquél lugar donde era obvio que no todo era lo que parecía y esta vez ante esa tarde… porque en efecto ya la mañana había dado paso a la tarde, sentía esa fuerte gana de vivir que toda la semana había tenido perdida mientras se recuperaba de la herida en su costilla, suceso que recordó al escuchar las palabras del rubio sobre ser un padre y preocupar a Suja, sin duda la pequeña se preocupaba pero aún era muy joven, o eso pensaba él, para poder entender del todo cuando algo malo le pasaba al castaño.

Ah vaya… muchas gracias pero no estoy seguro de que ella quiera almorzar con nosotros… así como salir y eso, pero si gustas podemos comer en la casa de huéspedes.. podrías conocerla ahí….- Se acomodó ligeramente el cabello notando como es que Ban parecía también tener cosas que hacer pero no se quedaba con la sensación de que lo corría, muy por el contrario… casi había sentido que hubo algo en algún momento que acabó conectándolos extrañamente.- En cualquier caso, llámame… y nos ponemos de acuerdo está bien?... me parece de que quieres descansar también… nos veremos….- Extendió la mano para despedirse y acercó la mejilla como si fuera a despedirse de beso del rubio pero quedándose a media acción volviendo a sonrojarse.

por **Ban Dunstar** Miér Ago 22, 2012 6:31 pm

Hay momentos que se desearían alargar demasiado, tener una charla eterna sin que termine, pero se sabe que todo debe tener una conclusión. No era posible forzar nada más entre unas personas que acababan de conocerse. Solo quedaban unas pocas opciones que dejar abiertas. Unas que debían ser aprovechadas mientras se puede. Por eso era que a Ban, a pesar del pequeño enredo de palabras que había tenido le había gustado escuchar una pequeña riza por parte del castaño. Era una sensación agradable que le daba a pensar que habían cosas que estarían bien encaminadas.

Aquella frase lo había pillado desprevenido, era casi como darle un poco de ironía al asunto aquel pero sonrió triunfante de todas maneras. Lo sabía se estaba preparando para decir algo que podía sonar como una tontería al ser expuesto de manera seria, pero no importaba demasiado quería arrancarle una sonrisa más, al menos durante esos instantes que estaba frente suyo.

- Puesto podrías hacer pinturas con balas de pintura por ejemplo – dijo con completo convencimiento – vi algo así en alguna parte, alguna vez. No recuerdo bien de que trataba, pero sería un desafío. – Agregó encogiéndose de hombros, aunque asintió ante aquello de ser más realista. – Solo recuerda que ser realista no es lo mismo a dejarse vencer… por favor – le pidió a pesar de que creía que no sería el caso, pero era una manera de asegurarse que eso siguiera por ese camino. Si algo ingenuo de su parte o demasiado optimista, pero prefería seguir por ese rumbo.

Al fin y al cabo el castaño tenía más motivos para avanzar. Una hija no era un tema menor. Esa era la sensación que tenía. Debía tener una relación muy especial. Al menos por sus palabras lo supuso. Así que asintió y sacó una hoja de una pequeña libreta que siempre llevaba y anotó su número de celular.

- Para que nos podamos poner de acuerdo o si llegas a necesitar algo – explicó brevemente, tenían esa idea del almuerzo ya instaurada. Ojala no tomara demasiados días. No tenía modo de saberlo. Solo que no hubiera querido alejarlo con esa razón tan lastimera, pero era cierto, necesitaba dormir un poco, los turnos de noche eran duros y quizás en la semana debiera cubrir otros pocos – Nos estamos viendo – dijo tomandole de la mano antes de completar esa acción que vio en el otro y que pareció interrumpida. Fue un gesto fraterno por el que sonrió… bueno por eso y por verlo medio sonrojado de nuevo – Cuídate – se despidió antes de darse vuelta y comenzar a caminar hacia su calle, volteando un par de veces para ver si se había quedado allí parado o no.

- ESCENA TERMINADA -

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