Bienvenue à la chasse -libre-

El aire frio era cruel con ellos, arriba en la cubierta del barco, sintiéndola con los ojos cerrados mientras tenia los brazos apoyados contra el barandal de seguridad, era casi como si le cortara la piel. Su piel se enrojecía por el contacto, por lo helada que era, su cabello despeinado se movía al compas del viento y su respiración, cálida y lenta, se hacía vaho tan solo al abandonar los labios entreabiertos. Pero para el, oh, para el esto era la gloria. Habia pasado un par de semanas en Egipto y el calor lo habia hecho casi enloquecer. El hecho de que la siguiente pista para su dar con su vampiro favorito hubiera sido precisamente esta isla era como un premio por todas las penurias pasadas en el desierto.

Abrió sus ojos mieles y con diversión noto que Ryu, su perro, pensaba lo mismo. Echado al lado de sus pies en la cubierta del barco, tenía la mitad del hocico colgando del borde del barco, dejando que el aire helado hiciera que sus orejas se alzaran y su pelaje se viera mas revuelto que lo usual. Ya les tocaba, después de batallar con un camello que le tenía miedo a Ryu y trataba de pisarlo cada vez que lo tenía cerca habia sido simplemente un fastidio. Recordarlo, sin embargo, le hizo reír, haciendo que Ryu alzara las orejas por cuenta propia y dirigiera los ojos hacia su amo antes de mover un poco la cola. -Oh créeme, si supieras de que me rió no estarías tan feliz...-murmuro teniendo en su mente la imagen del perro mordiéndole los tobillos al camello cada que podía y el balanceándose sobre este por el intento de pisar al perro. Negó llevando su mano enguantada en cuero a despejar su rostro de su cabello mientras delante de ellos la isla comenzaba ya a tomar forma. -Llegamos...-

Desembarcar fue algo mas tardado, después de todo el no tenía ninguna clase de papeles o pasaporte, así que la aduana seria un punto difícil de cruzar, y la gente pensaría que con un perro tras sus pasos a donde quiera que fuera serie aun más difícil, en eso, se equivocaban. El barco en el que iban a bordo era de carga, habia conseguido subir a él tras pagarle al capitán y así no tuvo que esconderse como polizón. Cuando comenzaron a desembarcar el bajo hasta la bodega y se escondió entre las cajas de carga, mochila al hombro mientras que le acariciaba las orejas a Ryu y esperaba el momento perfecto. Cuando la compuerta se abrió y los perros antidrogas entraron para hacer la inspección reglamentaria Ryu salió de su escondite y rápidamente se mezclo entre ellos, después de unos minutos avanzo hasta una de las cajas y comenzó a ladrar, sentándose frente a la caja. Esta era la acción que los perros hacían al oler las drogas y mientras todos los oficiales se reunían alrededor de esa caja Aaron aprovecho para bajar del barco con media sonrisa. Avanzando rápidamente la gente hasta perderse entre ellos.

El puerto estaba jodidamente lleno de gente, habia gente por doquier pero a él no le preocupaba. Avanzo tranquilo hasta que encontró un lugar más o menos tranquilo para esperar, un pequeño callejón entre dos bodegas de carga en donde se recargo hasta que después de unos minutos, Ryu llego moviendo la cola y Aaron sonrió acariciándole las orejas -Buen chico...bien, ahora...veamos que tiene por ofrecer este lugar...-Murmuro comenzando a avanzar entre la gente con las manos en el bolsillo del abrigo, sin notar que alguien si se habia dado cuenta de su pequeña estrategia para salir del barco.

Se había levantado como a las 5 de la mañana, al parecer ese día tendría bastante trabajo con la parte de las embarcaciones, estaba risueño y sinceramente el revisar las cargas de aquellos barcos resultaba ser completamente aburrido, solo provocaba que el sueño le ganase. Tuvo que tomar un café bien cargado mientras ayudaba con las revisiones a sus compañeros, hasta el momento no habían encontrado nada interesante ni lo harían de eso estaba mas que seguro; prácticamente paso aburrido toda la mañana hasta que llego otro barco mas, tuvieron que esperar a que este desembarcara e hiciera todo lo que tenia que hacer.
Últimamente le estaban dando trabajos bastante básicos, era el único de por allí que casi llegaba a ser criminólogo, por lo tanto siempre lo ponían en los asuntos de las drogas y sobre todo para que revisara las embarcaciones nuevas que llegaban y al parecer el barco que recientemente había embarcado tenia algo que había llamado la atención de los perros policías además de los oficiales, eso le pico un tanto al gales ya que no era normal que sucedieran ese tipo de cosas por esos lados, tal vez no tenia tanto tiempo como policía de por allí, pero no tenia ningún pelo de estúpido. Y allí fue donde localizo a aquella persona que había salido del barco con un perro que podría identificar como “ovejero australiano”, aunque no estaba seguro de que esa fuera su raza. No se detuvo a pensarlo, seria mejor para ir a preguntarle a su dueño que estaba evitando a todas las autoridades las cuales se encontraban distraídas, bueno “casi” todas.

Fue a paso relajado donde aquel, cuido de no perderlo de vista por nada del mundo incluso por momentos se sintió un poco divertido por seguir a aquel tipo. No pensaba atacarlo ni nada por el estilo, pero no podía dejarlo escapar aquella actitud resultaba ser bastante sospechosa después de todo. Lo siguió casi todo el camino mientras observaba el perro, dudaba de que después de dos minutos no hubiese notado su presencia, obviamente el pelinegro en cierto modo estaba siendo discreto entre la gente que caminaba por allí pero no con el “prófugo” o mas bien el tipo que había bajado del barco, no le molestaba ocultar su presencia- Es un lindo perro. ¿Un ovejero australiano?, yo tenia uno de esos y un corgi. Son buenos animales-opino de lo mas tranquilo aun observando al can que iba detrás de su amo. Debía tener especial cuidado, el animal podía lanzarse a atacarlo, sabia que ese tipo de razas eran capaces de hacer ese tipo de cosas por sus dueños, se adelanto con cuidado intentando no ser muy violento con su avance y se puso al lado de aquel hombre con buena altura; ver gente así a veces le hacia pensar si comían algo radioactivo para obtener aquella altura u algo por el estilo.- Acompáñame- fue tranquilo al decirlo y no había sonado como una simple sugerencia sino mas bien como una orden, tenia todo el derecho de detener a aquel hombre ya que estaba escapando de un lugar en donde debía presentar cierta documentación , aunque obviamente eso a Cadin le daba igual aquel tipo solo le había llamado la atención así que sencillamente se acercó al ver que había huido de allí de modo tan sigiloso, le pareció que seria divertido perseguir a alguien que estaba huyendo.

-¿No querrás llamar la atención? ¿no?- le observo de manera repentina de modo inexpresivo y bastante tranquilo.